Existen varios tipos de conjuntivitis, pero en verano predominan especialmente la conjuntivitis alérgica y la conjuntivitis irritativa o infecciosa. La primera suele estar provocada por el polen, el polvo o ciertos productos químicos. La segunda puede tener su origen en bacterias, virus o por el contacto con agua contaminada o clorada, especialmente en piscinas mal tratadas.
Entre los síntomas más comunes se encuentran el enrojecimiento ocular, el lagrimeo excesivo, la sensación de arenilla en el ojo, picor, inflamación de los párpados y, en algunos casos, secreción. Aunque suele ser leve, la conjuntivitis no debe ignorarse, ya que una mala higiene o un tratamiento inadecuado pueden agravarla o prolongar su duración.
Desde ÓpticaPro recomendamos seguir algunas pautas para reducir el riesgo de sufrir conjuntivitis durante el verano: evitar frotarse los ojos con las manos sucias, utilizar gafas de sol homologadas para proteger los ojos del polvo y del sol, no compartir toallas ni cosméticos, y usar gafas de natación al bañarse en piscinas o en el mar. En caso de usar lentillas, es fundamental extremar la higiene y no utilizarlas en ambientes acuáticos.
Si los síntomas persisten o se agravan, lo más adecuado es acudir a un profesional de la salud visual para una revisión y tratamiento personalizado. En ÓpticaPro estamos a tu disposición para ayudarte a cuidar tu salud ocular este verano.
Si necesitas ayuda solo tienes que ponerte en contacto con nosotros.